Por los pasillos del super observé una señora con un mega culazo e imediatamente fui a sacarle plática. Ella no quiso darme su teléfono porque es casada. Le ofrecí dinero por dejarme tocar sus nalgas y al final aceptó. Le ofrecí más dinero por dejarse follar, y después de un rato de hacerse la difícil la convencí. Me la cogí en un vestidor.